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viernes, 3 de marzo de 2023
Como señaló recientemente el arzobispo Carlo Vigano:
En nombre de la religión globalista, no se permite impugnar la psicopandemia, criticar la campaña de vacunación, argumentar la falta de fundamento de las alarmas climáticas, oponerse a la evidencia de la provocación de la OTAN a la Federación Rusa con la crisis de Ucrania, pedir investigaciones sobre La laptop de Hunter Biden o el fraude electoral que impidió al presidente Trump permanecer en la Casa Blanca, o negarse a esperar mientras los niños son corrompidos con obscenidades LGBTQ... Los adoradores de Satanás erijan un monumento blasfemo a Baphomet frente al Capitolio del Estado de Arkansas en Little Rock o una estatua de un demonio en la fachada del Palacio de justicia de Nueva York para celebrar a un juez de la Corte Suprema abortista; mientras que en Nuevo México el Templo Satánico inaugura una clínica que realiza abortos rituales y se beneficia del reconocimiento estatal.
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